jueves, 5 de diciembre de 2019

Después



Acabo de tomar esta foto. No tiene filtro ni el usual marco blanco. Así, tal cual en el presente. Enciendo las tres  luces de la sala para rellenar algunas sombras detrás del gato de peluche. Acerco a Miguel, el único cactus entre suculentas. En la silla, frente al gato de mi gato, 2 libros que he estado leyéndome a lo largo de este año. Lo cierto es que tomo esta foto porque ya no voy a volver a trabajar en la PPP, como sabrán los que me leen desde antes. Renuncié. Ahora estoy despidiéndome de cosas, personas, circunstancias, lugares y libros que ya no seguirán siendo en mi vida. Como estos 2. Es decir, claro, los seguiré leyendo. Los terminaré. Sin embargo, no como antes. Tenía la libertad (y parecía infinita) de agarrarlos cuando se me diera la gana. De leer 1, 1/2 página, repetir algun párrafo que me hubiera gustado. Me deleitaba y ese placer extraño de procrastinar me llenaba. Me hinchaba el pecho diciendo que "no había afán", "puedo seguirlos dejando para después". A veces no hay después. Y no me interesa sonar aleccionante ni moralizante. No. Simplemente estamos tan esperanzados con el después, o más bien, avanzamos sin cuestionarnos y sin dudar de lo que sigue. Estamos tan en sintonía con el juego, el aplazamiento, el pago a cuotas, el préstamo. El futuro, siempre existe el futuro. Ya veré cómo soluciono. Luego veré qué hacer. Y no me malentiendan, también es horrible andar de paranoico, cuidando y revisando diez mil veces una decisión antes de lanzarse, pero el exceso de confianza es peligroso también. Y es que no pasa nada grave por irme de la PPP. Nada. El mundo sigue. Lectores habrá, seguirán asistiendo, seguirán con sus vidas. Yo también. Terminaré mi tesis. Me graduaré. Nada grave. Pero nunca más la sensación cínica de seguir aplazando las palabras de estos grandes ensayos. Nunca más el desparpajo, el capricho y la rebeldía de antojarme solo 2 minutos de leerlos, solo 1 página, solo 1 tarde sentada en la PPP. Nunca más poder llevarlos a casa, sin reglas, sin formatos, así, solo para mí, solo para mi egoísmo y mi manía de posponerlos. Nada grave: ahora soy solo una usuaria/lectora que debe entregarlos puntual a los 8 días.