domingo, 31 de enero de 2021

Nuevos sitios, nuevos corazones















Esta semana he estado en un montón de nuevos lugares. Me he arriesgado de a poquitos a andar por nuevos caminos, a caminar, ascender, subir calles y montañas, a pisar firme nuevos sitios y corazones, sí, sobre todo corazones. Siento que poco a poco me voy desapegando de viejos hábitos, construyo unos nuevos, imagino otros lugares posibles, nuevas personas y vidas por conocer, me voy encontrando con otras almas que buscan lo mismo, que buscan andar, que buscan descubrir, que quieren nuevas experiencias, sensaciones, están dispuestas a inventar pasos, caricias, sonidos; besos.

No miento cuando digo que esta semana me he sentido viva. Muy viva. Con oxígeno renovado, con nuevos ojos y nuevos paisajes por ver. Estoy empezando a practicar senderismo. Dos veces a la semana subo a pie Monserrate, diviso la Bogotá alta, miro esa ciudad salvaje que habitamos sin darnos cuenta y me quedo absorta pensando en todas las historias que faltan por contar. En cada cuadrito de ciudad, en cada edificio, casa o apartamento, incluso, en cada 4x4, cada habitación... Tantas historias sucediéndose en paralelo, tantos corazones viviendo, llorando, anhelando, extrañando. Ufff. 

Ojalá encuentre más maneras de contar historias. Por ahora seguiré pensándolas desde arriba, llenando los pulmones de aire frío a las 7 a.m.

Me asalta una duda:

¿Serán ciertos esos agüeros que tiene la gente de Monserrate? ¿Será que sí terminan las parejas que suben juntas o se casan? ¿Quién ya lo confirmó?

Bonito domingo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario