domingo, 12 de septiembre de 2021

Sangre


Hace tiempo pienso que en las redes siempre hay espacio para todo menos para lo que la gente ha insistido en ocultar por años: menstruación. Desde hace poco más de un año sigo un único hashtag en instagram #menstruation, principalmente porque no sabía que uno podía seguir hashtags y luego porque nada más me interesa, bueno, a parte de los gatos, pero no he seguido ese hashtag.
Esta foto me la tomé el año pasado. Estaba haciendo unos experimentos de narración a través del color y pues qué más colorido que mi propia menstruación. Pensé e hice unos cuántos borradores con esta foto, ¿qué iba a contar?, ¿qué iba a decir además de lo obvio? Bueno, pasaron los meses y eso cambió.

TENGO MUCHAS COSAS QUE DECIR DE LA MENSTRUACIÓN

La primera es que me costó (como a muchas mujeres, imagino) aceptar su ciclo menstrual, no odiarlo, no ocultarlo, cambiar todos los nombres y eufemismos con que la nombran (¡Los odio!): dizque Andrés, el que llega cada mes, dizque "regla", dizque "mis días", dizque "mi día veintiocho" y otros tantos. Los aborrezco, se llama menstruación, se llama sangre.
La segunda es que retomó importancia porque desde hace unos meses no menstruaba y porque he visto estudios, chismes, stories de instagram y preguntas en twitter de mujeres que últimamente no han tenido sus períodos menstruales. Mujeres muy regulares, como yo, que simplemente, de un día para otro, les  dejó de venir. Dejaron de sangrar. 1, 2, 3 meses. Cuatro, algunas. 
Después de descartar un embarazo, claro, aunque desde que tengo el DIU no existe tanto chance de embarazarme, decidí buscar información y encontré que puede ser un síntoma post-covid y post-vacuna covid. Bueno, o una de dos, o me dio covid y nunca supe y esa es la forma de manifestarse en mi cuerpo o tras la primera dosis de la vacuna, faltó mi período menstrual.
La verdá es que comencé a extrañar menstruar. Pasaban los días con mi ropa interior en blanco, algunas veces con un SPM (síndrome premenstrual) no sé si nostálgico o  simplemente descontrolado, esperaba menstruar, ansiosa, colocándome una toalla o un tampón (just in case). No sucedió. La esperé 3 meses, casi y un día empecé a manchar muy poquito y de color café. No duró más de 3 días ese flujo raro y empecé a agendar una visita a mi ginecólogo. Okey, era post-covid o post-vacuna pero no menstruar afecta en muchas cosas:

1. No sé en qué parte de mi ciclo estoy
2. Las toxinas y cosas que desecha el organismo no se van
3. La piel empieza a acumular esas toxinas
4. El humor cambia, el humor estado anímico
5. Las hormonas están descontroladas, no hay forma de regularlas, no se alborotan como en un embarazo (al menos no a mí) pero el mood comienza a variar y se puede perder o ganar peso, ganar acné, estrías, etc.

Yo estaba sinceramente muy irascible. Todo empezó a estresarme, empecé a volverme un poco psicorígida, tal vez como un TOC leve, mucho mal humor y a pesar del ejercicio, no me sentía especialmente motivada ni alegre. Eso empezó a pesar en mi relación, aunque no escaló a cosas terribles. Estaba realmente irritada.

Un día llegó de nuevo. Y llegó tan fuerte. Una  hemorragia con coágulos, más oscura, más dolorosa. Muchos coágulos. Sangre antigua. Sangre que no paraba en 1, 2, 3, 4 días. Un chorro de sangre. Me alegré de nuevo, por volver a verla, pero me dolió hasta lo más profundo. Mi SPM suele incluir antojos, mareo y mucho dolor de huesos. Esta vez quería arrancarme las piernas del dolor y frío concentrados, y tuve un hambre increíble, vértigo y también náuseas. 
Conté algo por twitter y, aunque ya había llenado una encuesta para un centro de estudios ginecológicos sobre efectos post-vacuna, una ginecóloga me contactó para rellenar otro formulario y hacer un estudio.
IMPORTANTE. IMPORTANTÍSIMO. 
No sé cómo pasamos por la vida sin hablar de nuestra menstruación, cómo nos minimizamos, cómo ocultamos algo que rige nuestro comportamiento, nuestras sensaciones, nuestra disposición, nuestra corporalidad casi que TODO el mes. Porque si no estamos menstruando, estamos pre-menstruando, y si no estamos pre-menstruando ni menstruando, estamos ovulando. Tenemos solo 4-5 días de tregua, y eso. 
Con todo, la pandemia fue un año y medio de laboratorio de sensaciones, al menos para mí, donde mi cuerpo y yo, un poco más solos, un poco más en confianza, un poco mucho sin tanta algarabía, ruido, distracción, pudimos dialogar, entendernos, saber cuáles sensaciones predominan en mi SPM, cuáles en mi período menstrual, cómo huele, cómo se ve, qué días tengo la libido más alta, los antojos, las náuseas. Uh, he aprendido tanto de mi menstruación que por eso hago este blog.

Y sí, cliché y todo, "Todo lo que puedes hacer tú, lo puedo hacer yo, sangrando". Qué viaje todo esto.
Les dejo en mi perfil el formulario del estudio ginecológico, por si a alguna persona menstruante le pasó algo así post-covid, post-vacuna.

Nos leemos después, en cualquier día amable de mi ciclo menstrual. Hoy hubo tregua.

2 comentarios:

  1. Gracias por el texto, que me ha parecido muy bien logrado. Tiene intención informativa, pero a su vez de memoria personal honesta y valerosa con un tema que suele ser todavía tabú (¡en 2021!). Seguiré leyéndola. Un saludo. Carlos Sánchez Lozano. Coordinador de Español del Gimnasio Moderno (https://wordpress.com/posts/cslozano.wordpress.com)

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    1. ¡Gracias siempre por leer! Espero encuentre más entradas que le gusten. Por aquí siempre bienvenido.

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