sábado, 7 de septiembre de 2019

Ansiedad

Tras los recientes eventos en mi vida he decidido alejarme de los hipervínculos por un tiempo. De cualquier tipo de vínculo sexomorboarrechoafectivo que pueda alterarme. De instagram. De facebook. De whatsapp, messenger. Hasta de telegram. Dejo a un lado tanta vaina que me llena de ansiedad. Quiero ser una nada, una nadie, una omisión. Quiero ser ese carnet en blanco que persigue sueños sin nombre en una institución no anónima. Quiero seguir escribiendo textos sin etiquetas en mi computador blanco etiquetado como 'DELL'. Quiero seguir leyendo a Byung Chul Han y el budismo zen, incapaz de practicarlo realmente, acercándome desde la teoría a la inmanencia.
Entonces formulo la frase más incómoda e incoherente de estos días: Yo quiero ser invisible. Nada más que el yo para empezar, el deseo siempre tan egoísta y la imposibilidad tan clara de no existir. En fin. Quiero concentrarme en otras cosas. La ansiedad de vivir me deja una herida nueva cada día: me saboteo a mí misma para ser infeliz y luego venir a quejarme. No quiero quejarme por unas dos semanas.

Nos leeemos luego.
🌻

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