jueves, 25 de julio de 2019

Adoración/obsesión: SU


Escribo esta entrada mientras juego con mi gato -porque sí, adopté uno hace dos días- y, resistiéndome a hablar sobre la llegada de Lucky, hoy hablaré sobre Steven Universe, aprovechando el tema coyuntural: el anuncio de estreno de su película.
A ver, vamos por partes. Mi gato ahora está en la arenera y puedo escribir con mayor fluidez. Steven Universe, para los que ignoran tal obra de arte, es un programa de tv, de dibujitos animados, creado por Rebecca Sugar y transmitido en Cartoon Network. Digo que es una obra de arte porque lo amerita. No es por exagerar. La historia, las temáticas que aborda (orfandad, amistad, resiliencia, bondad, no-violencia, respeto a la diferencia -queer-, entre muchísimos otros), la gama tonal que maneja -es una delicia visual-, la caracterización maestra de personajes y la lista continúa... podría continuar toda la noche.
Mi gato volvió y debo apresurar la entrada. Cuando estudié Artes Plásticas en la Academia de Artes Guerrero -además de ver Historia del arte y vivir feliz en una academia que hacía un elogio al color turquesa- vi clases de dibujo y acuarela. Fue una época solitaria y tenía muchos problemas de dinero, pero invertí lo poco que tenía en mis pinceles, mi libro de dibujo y mis lápices. La primera sesión de dibujo extensa fue de Steven y León, porque amé y me obsesioné con el encuentro con la serie, porque pude ver hacia dentro con cada episodio y además encontré un tema de charla con muchos de los niños que iban a la biblioteca (¡no podían creer que un adulto lo viera!). Lo bello de SU es precisamente eso: extiende un lazo con las emociones de quien lo ve, no es un programa infantil, y lo infantil no es inmaduro ni carece de profundidad, no debe ser subestimado porque es poderosísimo, pero ese es otro tema. No soy una gran artista con el lápiz pero me enorgulleció dejar bien plantados a mis personajes favoritos. Más tarde, cuando tuve algo más de dinero, compré la figura coleccionable de león por amazon y hasta hoy es de mis mejores adquisiciones.
Para cerrar, -mi gato está a punto de dormirse- pronto iré a ver la película con mi amor que, aunque no comparte gran afición por Steven y las gemas, ha sabido entender lo que significa para mi vida mientras observa mi faceta tierna y analítica desde el otro lado de la cama. Además de sorprenderse por el gran parecido que hay entre Connie y yo.
Dejo dos imágenes ilustrativas que no son de mi autoría: un gif de Connie para corroborar el supuesto parecido y una foto del episodio en que Steven adopta un gatito -la segunda como anticipo a la entrada del domingo-.


Linda noche. Miau.

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